Todo inicio así...

Desde pequeña la curiosidad me llevó de la mano de los sabores y aromas al mundo de la cocina. Mi  gran hazaña fue a los 4 años cuando intenté hacer mi primera torta, una anécdota que mi madre recuerda cada vez que degusta alguna de mis ideas.

La cocina creo que representa un importante engranaje en mi familia. Muchas son las anécdotas y los recuerdos que rondan entre mis ollas y sartenes. Recuerdos con mucho sabor y aroma de recetas de mi abuela Laura, recuerdos transmitidos de lo buena cocinera que era mi abuela Pirula. Recetas que guardo de mi mamá, de mi papá, de mi madrina, de mis tías, de mis hermanas, de otra abuela del corazón, que llegó a mi vida con mi esposo, la abuela Chicha. También el placer de compartir con mi marido el gusto por cocinar. 

La verdad que muchas son las recetas que guardo. Recetas que se cruzan en mi camino, que leo, que busco, que miro. Recetas que en charlas de amigas o compañeras de trabajo también se apuntan.

Mi trabajo no está relacionado con la cocina, soy docente. Sin embargo el cocinar se ha convertido en un oficio de mi día a día que disfruto muchísimo y que representa un importante cable a tierra. También disfruto de otras actividades como el tejido, el cuidado de mi huerta, las artesanías... 

Espero que este blog sea una especie de libro de recetas en el cual podamos compartir muchas ideas y también ir aprendiendo algo distinto en cada receta que surja.

¡Bienvenidos a Salado Dulzor!