De paseo por Cruz de Caña, un pueblo hermoso que muchas veces he elegido para vacacionar porque me encanta su tranquilidad traje estos ajies "salvajes" o " de campo" como los llaman en el lugar.
Algunos dicen que son los ají de la mala palabra. La verdad que no sé bien cómo se llaman pero que pican, pican. En casa de mi tía crecen al pie de un viejísimo algarrobo y cuando el retamo se pone colorado de frutos es una belleza.
Para conservarlos simplemente los corté, me deshice de todas la hojitas, los lavé bien y finalmente los coloqué en un frasco de vidrio y los cubrí de vinagre blanco (consejo de la tía)
¿Para qué los uso? Para hacer una salsa picante para unas fajitas, una humita, un locro, una carne roja. O suelo incluir algunos (no muchos porque picaaaan) en la carbonada de mis empanadas.
Mi abuelito Luis, persona si las hay que le gustaba el picante, colocaba varios de ellos en su sopa. Para mi gustó muyyyy picante o era la apreciación que me quedó de niña.
Entre paseo y paseo por el campo siempre regreso con algunos, más algunas hierbas serranas para el mate que se encuentran en cada senderito del lugar: peperina, poleo....
Lindo lugar.
Que ajis tan redonditos, jiji, parece olivas :P. Los coges por igual verdes o rojos? :O . Lo que me parece que ha de ser digno de ver es ese arbol, madre mía se ve como se ensancha, pero no cuanto, jeje, diría que ha de ser colosalmente grande y hermoso :D
ResponderBorrarBesote!!!!